sábado, 25 de octubre de 2014

Astronáutica en la Argentina

Durante el Gobierno de Perón, en la década del 40, se dieron los primeros ensayos con motores cohete, empleando distintos combustibles como el ácido nítrico y anilina. Entre 1947 y 1948 el Instituto de Investigaciones Científicas de la Fuerza Aérea a cargo de Ricardo Dyrgalla, un ingeniero y piloto polaco que junto con su hermano Bruno y un equipo de ingenieros que estaban trabajando en Gran Bretaña y fueron contratados por nuestro país y llegaron con una cantidad importante de manuales, libros y apuntes sobre los sistemas alemanes. En Córdoba se encontró con otro grupo de técnicos alemanes que trabajaban desarrollando motores a reacción. Tenían la misión de desarrollar vehículos teledirigidos y motores cohetes teniendo como base el Enzian (desarrollo del Tercer Reich, fue el primer misil en usar un sistema de guiado infrarrojo). Este rediseño se convierte en el primer misil argentino el Tabano AM-1 al igual que el Enzian, construido parcialmente en madera que fue lanzado en Las Salinas Grandes alcanzando una velocidad de 850 km/h. Este fue el primer misil de fabricación argentina, no el primero lanzado porque para eso tendríamos que remontarnos a los cohetes Congreve usados por el Ejército Argentino al mando del Gral. San Martín en la batalla que libero Perú. Luego del lanzamiento del Tabano llego una época bastante caótica. El periodo de esplendor comienza en el desarrollismo de Arturo Frondizi (1958 - 1962) comenzando con motores de propulsante solido allá por 1959. Las investigaciones se iniciaron en el Inst. de Investigaciones Aeronáuticas y Espaciales y más tarde se creó la Comisión Nacional de Investigaciones Espaciales para iniciar los ensayos con cohetes tripulados y se lo designa a Teófilo Tabanera como presidente de la comisión, un ingeniero mendocino que tenia publicaciones sobre navegación espacial y fue miembro de la Sociedad Británica Interplanetaria y la Sociedad Americana de Cohetes y en 1949 fundo la Asociación Argentina Interplanetaria. El 4 de Octubre de 1957 la URRS envía al espacio el Sputnik I y da comienzo a la conquista del espacio, un mes después lanzan el Sputnik II llevando un pasajero, la perra Laika, pero recién el Sputnik V en agosto del 60 envía dos perros, 40 ratones, dos ratas más una variedad de plantas y todos regresaron con vida. Este interés también sacudió a los científicos argentinos que a partir del 61 pusieron en marcha un programa que colocaría a nuestro país entre los primeros comprometidos con la carrera espacial. El 23 de Diciembre de 1969 seriamos el cuarto país del mundo en enviar un ser vivo al espacio. El mono juan pasaría a ser el primer astronauta argentino. Después de la segunda guerra mundial hubo una fuerte competencia entre las potencias vencedoras y esta se mostró también en las conquistas espaciales y esto motivo mucho a los científicos e ingenieros argentinos. El primer prototipo fabricado para investigar el espacio fue el Alfa Centauro 2 de Febrero 1961lanzado desde Pampa de Achala (2000 metros de altura y cielo limpio).

  




La familia de cohetes comienza en 1961, en esa década se construyen toda una familia de cohetes.
1961 - Alfa Centauro (Elevación 20 Km)
1962 - Beta Centauro (Elevación 25 Km)
1965 - Gamma Centauro (Elevación 59 Km, lanzado desde Antártida)
1966 - Orion II  (Elevación >100 Km)  
1969 - Canopus II (Elevación >100 Km)  
1967 - Rigel (Elevación 300 Km)  
1968/1972 - Castor (Elevación >500 Km) fue el más grande, podía llevar una carga de 50kg. Alcanzando las fronteras del espacio exterior.